¿Qué hacer ante los berrinches de mi hijo?, El manejo constructivo de los sentimientos
La mayoría de nosotras vio sus propios sentimientos sometidos al manejo propio de los métodos tradicionales que imperan nuestra cultura, actúa de la misma manera con sus hijos.
Pese a que los sentimientos “negativos” son parte de la vía diaria prácticamente a todos nos enseñaron que no debemos de tenerlos y nos convencemos de ser menos valiosos o menos maduros cuando tales sentimientos se nos presentan.
Los sentimientos negativos que se expresan y aceptan pierden su poder destructivo.
Bajo la tensión de la emociones intensas, entran en acción cambios corporales, el que alguien nos diga que nos calmemos carece de efecto alguno, al contrario crea más frustración en el niño por lo tanto en vez de decirle que no exprese su sentimiento hazle a entender que entiendes ese sentimiento y puede expresarlo con acción física, escribirlo, pintarlo, palabras, etc.
La energía envuelta en la emoción se descarga y el cuerpo regresa a su estado inicial.
El manejo constructivo de los sentimientos negativos se refiere a que cuando las emociones positivas o negativas se presentan, como padres tenemos la capacidad de escuchar con empatía, aceptar los sentimientos de nuestro hijo y proveer válvulas de escape aceptables.
Escuchar con empatía
Escuchar con empatía habla de una atención activa hacia tu hijo, esta consiste en:
- Prestar atención sensible a los mensajes verbales y no verbales
- Reflejar empáticamente el mensaje total
Cuando un niño comunica quiere pruebas concretas de que su mensaje se recibió. La diferencia entre disponer de esas pruebas y no disponer de ellas depende de que hayamos escuchado pasivamente o activamente.
Para comprobar el grado de comprensión que cada uno de nosotros tenemos se tiene que basar en cuatro hecho
1.- ¿Quién habla la mayor parte del tiempo?
2.- ¿Cómo respondemos a los mensajes de nuestros hijos? (aprobación, juicio, negación)
3.- ¿Nos mantenemos silenciosamente atentos, o reflejamos el mensaje total del niño en forma activa y empática?
4.- ¿Cómo nos sentiríamos si alguien trata nuestros mensaje como nosotros tratamos los de nuestro hijo?
Aceptación de los sentimientos
Se refiere a permitir que el niño exprese sus emociones sin que se le juzgue, consiste en liberarse de las categorías de “bueno y malo”, las emociones existen y tenemos que manejarlas como realidades que son.
Provisión de válvulas de escapa aceptables
Alentemos a los niños a que hablen de sus sentimientos, seamos oyentes y empáticos, el menor de edad no siempre logra expresar sus sentimientos con palabras dependiendo de su edad, sobre todo es dominado por emociones fuertes.
En este caso, respondamos a sus mensajes corporales, y traduzcámoslos nosotros al lenguaje hablado. A veces es necesario que las emociones del niño actúen, especialmente cuando se trata de emociones intensas, habrá entonces que proveer de válvulas de escape que no dañen a su persona y tampoco propiedades valiosas. Puedes ofrecer pinturas, papel , lápices, animales de trapo, almohadas etc. Por su puesto que se presentara la ocasión donde no haya estas válvulas de escape a la mano como estando en el súper mercado o compras, en este caso, reflejemos verbalmente los sentimientos del niño, fijemos límites para su conducta y demostremos la oportunidad de ventilar su conflicto cuando volvamos a casa.
Ejemplo: Daniel de tres años saliendo del súper con su mama estallo en gritos y pataleo cuando su madre le negó subirse al caballito de afuera del súper mercado, ella ante el berrinche se acero y le dijo, “ estas furioso, no aceptas que te haya negado subirte al caballito, te gustaría llorar más y golpear más y puedes sentir que mama está siendo mala porque te niega hacer lo que quieres”.
La atención activa consiste en considerar el punto de vista del otro, no implica que se tenga que estar de acuerdo, aquí la madre de Daniel demuestra comprender que en ese momento particular, su hijo puede verla como la mala, porque ella le impide subir al caballito, sin embargo el reflejar sus sentimientos no significa que aprueba su actitud ni mucho menos que vaya a cambiar de opinión, dio unos minutos para que ese sentimiento “saliera” y mantener su auto-respeto como persona, que no era menos valiosa por el hecho de poseer reacciones violentas.
Por último, jamás tratemos de ayudar al niño a expresar sus sentimientos cuando nuestras presiones internas o externas no nos permitan escuchar honestamente, fija un fecha para hablar posteriormente.
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